Angel o Demonio

La vida de Valeria (Aura Garrido) cambia por completo cuando es protagonista de una sorprendente revelación: “Deberías haber disfrutado unos años más de tu juventud, pero las cosas se han precipitado... Los hechos me obligan a anunciarte lo que eres, lo que siempre serás: un ángel”. Con estas palabras de su mentor, Natael (Manul Fullola), la joven descubre su verdadera esencia y su misión en la Tierra: combatir las fuerzas del Mal. Sin embargo, Valeria no recibe más instrucciones, tan sólo un libro azul que tiene vida propia y la protección y orientación de su mentor. Las ayudas y las respuestas no llegan cuando ella lo desea. Tiene que aprender a ser paciente y entender que los poderes de los ángeles aparecen de la manera y en el momento en que se necesitan. La joven actúa con intuición y fuerza, pero debe hacer frente a las artimañas de Alexia (Mar Saura), Duna (Carmen Sánchez), Graziel (Jorge Suquet) e Iris (Carla Nieto), demonios que actúan en grupo con un alto grado de eficacia. Por si esto fuera poco, su condición de ángel también dificulta su relación con Damián (Jaime Olías), un compañero de clase extraño, misterioso y desconcertante por el que se siente fuertemente atraída. LA ETERNA LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL En cada capítulo de Ángel o demonio se libra una trepidante batalla: los ángeles y los caídos, las fuerzas del Bien y el Mal, mantienen una cruenta guerra. Son seres sobrenaturales que viven entre nosotros y forman parte de nuestra realidad cotidiana. Los caídos siembran dolor y los ángeles intentan resolver los problemas que éstos causan, aunque no siempre lo consiguen. Las batallas se desarrollan cada día en un mundo terrenal, pero las reglas de esta guerra se marcan en un universo paralelo de ángeles y demonios, seres inmortales y poderosos que manejan los hilos de la humanidad. Sus protagonistas no descansan nunca y, además, tienen la posibilidad de cambiar de bando. Los ángeles son habitualmente tentados para convertirse en caídos y los que resisten se convierten en guerreros más poderosos. Pero los que caen también renacen fuertes y entregados con determinación a las tareas del Mal.